Afirmaciones normativas y positivas

Si hablamos de las diferencias entre una afirmación normativa y una afirmación positiva, podremos observar que en ocasiones se usan en el contexto de la economía, y otras en el de la filosofía.

La afirmación normativa es aquella que se basa en una opinión, es quizás una cuestión ética o moral, es algo que alguien piensa que debe ser así. Una afirmación positiva es algo que no necesariamente es cierto, pero es algo que puede ponerse a prueba, algo que puede comprobarse.

Por ejemplo, si decimos "pagar a personas que no trabajan, cuando pueden trabajar, no es justo y está mal". Esta es claramente una opinión, por lo que es una afirmación normativa, pues no podemos comprobar si esto es justo o está mal, es sólo la opinión de alguien sobre lo que es justo o está mal. En otra afirmación como "programas como la asistencia social, reducen el incentivo para que la gente trabaje", en principio parece una opinión, pero puede ser probada, por ejemplo con un programa de asistencia social a menor escala en un lugar determinado, y compararla con otro similar donde no se aplique el programa, de modo de observar si tiene o no impacto en el incentivo a trabajar de las personas; podría ser una afirmación verdadera o falsa, pero de cualquier modo puede comprobarse. Lo mismo ocurre con la afirmación "aumentar los impuestos a los ricos, para pagar los programas de gobierno, hace crecer la economía"; nuevamente ocurre lo mismo, puede comprobarse como verdadero o falso, u obtener un resultado poco concluyente, pero puede probarse con simulaciones o casos de estudio de otras economías o países que no hicieron el estudio. Podría parecer la opinión de alguien que está a favor de subir los impuestos a los ricos en pro de la igualdad, pero la afirmación en sí misma no es normativa. El enunciado "aumentar el impuesto a los ricos disminuye el crecimiento económico", también podría parecer la opinión de alguien que no está a favor que se aumenten los impuestos a los ricos, pero la afirmación en sí misma puede comprobarse, es una afirmación positiva, aun cuando sea opuesta a la anterior. Finalmente, la frase "El gobierno debe aumentar el impuesto a los ricos para pagar la ayuda dirigida a los pobres", corresponde a una afirmación normativa, donde la expresión "debe" trasunta la opinión de alguien, pero no es algo comprobable, más bien se basa en las creencias éticas o morales de quien lo dice.

Ahora bien, precisamente el conocimiento científico se diferencia del común en que el primero debe estar desprovisto de juicios de valor, lo que me hace estimar que los preceptos de economía normativa son conocimiento común, no hay en ellos un proceso reflexivo, que vaya más allá de lo evidente o justo. Si es así, creo que los preceptos de la economía normativa pasan a ser válidos en la medida que se construyen a partir de los hechos probados por la economía positiva. Entonces, debemos propender a que las proposiciones de la economía normativa se sustenten a partir de los resultados empíricos de la economía positiva, por ejemplo que en esta última se pueda demostrar que una tasa de impuesto progresivo a la renta de las personas tenga per se un impacto positivo en el crecimiento económico, lo cual validará la proposición de la economía normativa en el sentido que es bueno y justo que quienes más ganan, más contribuyan.