Antecedentes, hipótesis y objetivos
ANTECEDENTES
El propósito del apartado Antecedentes es establecer los fundamentos que conduzcan a la formulación de la hipótesis y de los objetivos del estudio. La elaboración de este apartado se realiza a partir de una síntesis y una puesta al día de la información sobre el tema de estudio, la presentación del marco teórico de la investigación y, finalmente, la justificación de la relevancia del estudio.
Como orientación para su redacción puede seguirse la siguiente estructura: importancia del tema en términos de magnitud, frecuencia y distribución del problema o de sus determinantes; justificación de la elección en función de su relevancia en el área de estudio; conocimiento actual presentando una síntesis y un análisis crítico de los trabajos relevantes sobre el tema y de las eventuales controversias; y por último, la evidencia insuficiente en esa área del conocimiento.
La elaboración de este apartado requiere una exhaustiva búsqueda, revisión y lectura de la literatura científica. Esta revisión sirve para conocer lo que se sabe sobre el tema. Puede ser que al realizar este trabajo de revisión nos demos cuenta de que la pregunta que nos planteamos ya tiene respuesta, en cuyo caso no tiene sentido llevar a cabo el estudio. También nos sirve para analizar si los estudios previos son correctos en su planteamiento y cómo vamos a superar con nuestra investigación las barreras y limitaciones anteriores. Debe ser actualizada, dependiendo de las áreas de conocimiento; lo aconsejable es entre 5 y 10 años de antigüedad. Tienen que ser el número de citas imprescindibles, primando la exhaustividad y la concreción. Por supuesto, no deben cometerse errores de citación ni dejar fuera ninguna publicación clave sobre el tema.
En síntesis, la lectura de este apartado debe dejar clara la relevancia del estudio, por qué el estudio es novedoso y la repercusión que puede tener en la práctica y en el desarrollo de nuevas investigaciones; es decir, la exposición de los avances que supondrá el realizar este proyecto en relación con el estado actual del tema.
HIPÓTESIS
Después de formular un problema, el investigador enuncia la hipótesis, que orientará el proceso y permitirá llegar a conclusiones concretas del proyecto que recién comienza. Toda hipótesis constituye un juicio o proposición, una afirmación o una negación de algo. Sin embargo, es un juicio de carácter especial; es un juicio que hacemos sobre un fenómeno. Las hipótesis son proposiciones provisionales y exploratorias, y por tanto su valor de veracidad o falsedad depende críticamente de las pruebas empíricas disponibles. En este sentido, la replicabilidad de los resultados es fundamental para confirmar una hipótesis como solución de un problema.
Para la construcción de una buena hipótesis hay que ser consciente de que se producen procesos de evocación y concitación, más que lineales. Es preciso: conocer bien la literatura científica del área de trabajo; no abusar de la analogía; pensar mucho la hipótesis y echarle imaginación al asunto; tener paciencia, pdemos demorarnos en probar la conjetura; intentar establecer relaciones con significado para el investigador, para otros profesionales y para la sociedad; discutir la hipótesis con colegas, sparrings e intelectuales.
Una hipótesis bien elaborada permite: elaborar los objetivos que se persigue alcanzar con la investigación (debe haber una hipótesis por cada objetivo); seleccionar el tipo de diseño de investigación; seleccionar el método, los instrumentos y técnicas de investigación apropiados; seleccionar los recursos necesarios; comunicarse efectivamente con el equipo de trabajo.
No hay problema que la hipótesis vaya acompañada de una ideología, pero ese sentido ideológico debe ser señalado explícitamente, v. gr. desde una pespectiva feminista se plantea.
Al hipotetizar, los problemas frecuentes son: demasiado abstractas, no comprobables; sólo son para investigación cuantitativa; comprobarlas es hacer un test estadístico; no puede tener forma de interrogante, prescripción o deseo.
OBJETIVOS
Es en la formulación de los objetivos donde a menudo se detecta si quien investiga tiene claro qué quiere hacer o le falta madurar su proyecto de investigación. El objetivo de una investigación es lo que debe demostrarse a partir del problema y la hipótesis propuestos. Se formula a la luz de la pertinencia del proyecto, y de su novedad y originalidad, oportunidad y viabilidad, así como de las partes interesadas y el papel de cada una.
El objetivo se formula para definir el grado de conocimiento que se pretende alcanzar, manifestando un propósito o una finalidad, y orientar el proceso de investigación y seleccionar el/los método/s a seguir para su logro. De hecho, el método empleado en la investigación debe estar subordinado al objetivo.
Tanto el objetivo general como los específicos deben ser concretos, medibles, alcanzables o realizables, y reflejar las acciones a realizar. Basándose en estos presupuestos, el objetivo general debe expresar claramente el tipo de investigación con una selección precisa del verbo (p. ej., si el tipo de investigación es exploratoria, un buen verbo es «explorar», y «describir» será un buen verbo si la investigación pretende ser descriptiva, o «comparar» para una investigación comparativa, y «analizar» o «evaluar» para una investigación analítica o evaluativa, respectivamente).
Los elementos que caracterizan formalmente los objetivos son los siguientes:
· Se inician con un verbo en infinitivo, que indica el grado de complejidad de la investigación e involucra a los logros del proyecto.
· Toda investigación debe tener un solo objetivo general, y por cada objetivo debe existir un solo logro.
· En el objetivo debe constar el evento en estudio o el objeto de estudio.
· La unidad de análisis o los sujetos de estudio tienen que aparecer dentro de la formulación del objetivo,
· El contexto del estudio donde se realizará el estudio.
· La temporalidad o ubicación en el tiempo.
Los objetivos específicos se refieren a las acciones ordenadas que emprende quien investiga para lograr el objetivo general y los resultados esperados. Además, son la base para la metodología y para el cronograma de actividades y el presupuesto.
Recordar: así como el objetivo general debe responder a la pregunta «¿para qué?», los objetivos específicos responderán a las preguntas «¿cómo?» y «¿cuándo?».
Comments