El riesgo de tipo de cambio: cómo mitigarlo
Producto de la globalización de los mercados, muchas empresas en el mundo, incluso de menor tamaño, han dejado de operar de forma exclusivamente local y cada vez se adentran más en los mercados internacionales.
La internacionalización de sus operaciones, en lo que se refiere a los riesgos, tiene dos vertientes que podemos considerar contrapuestas; por una parte, la empresa diversifica los riesgos al operar en varios mercados (no sólo en el nacional), pero al mismo tiempo, el trabajar en diferentes mercados y con diferentes monedas y tipos de operativas, hace que surjan nuevos y diferentes riesgos. Por tanto, entre las «nuevas» funciones que deben desarrollar los departamentos de gestión de tesorería se podrían citar, entre otras, las siguientes: el manejo de moneda extranjera, la gestión de riesgo de esas posiciones en otras monedas, la emisión y recepción de créditos documentarios, operar con entidades financieras extranjeras, etc.
En general, más allá de las particularidades propias de cada empresa, esto es, el volumen de sus operaciones de comercio internacional, su capacidad técnica para discernir entre las mejores alternativas que le ofrece el sistema bancario, o el análisis de su estrategia en materia de riesgos, las empresas deben tomar el riesgo como algo inherente a su actividad, por lo cual deben: (1) Conocer los riesgos a los que se enfrentan; (2) Conocer o estimar de manera cuantitativa el impacto de dichos riesgos en la empresa; (3) Verificar si existen instrumentos para reducir dichos riesgos; (4) Calcular los costos asociados a esos instrumentos, así como las ventajas o desventajas de cada uno de ellos.
El riesgo de tipo de cambio consiste en la variabilidad de la situación patrimonial y de rentabilidad en función de las oscilaciones de tipo de cambio de las divisas en relación a la moneda funcional de la empresa. Las razones que hacen oscilar a los tipos de cambios son muchas y variadas. Entre ellas podemos citar las variaciones entre los tipos de interés nacionales y extranjeros, las diferencias entre las tasas de inflación nacional y extranjera, la especulación, las tensiones y riesgos geopolíticos, el mayor o menor crecimiento de una economía respecto al resto o las mayores o menores expectativas de crecimiento futuras de esa economía, las políticas en relación a la protección de su moneda llevadas a cabo por el Banco Central, etc.
Las acciones comunes que aplican a todo tipo de riesgos de la empresa, incluso el riesgo del precio o el del tipo de interés, se pueden sintetizar en los siguientes puntos:
• Identificación de los riesgos soportados y análisis y comprensión de los mismos.
• Establecer qué repercusiones pueden tener los riesgos identificados en el negocio.
• Establecer cuáles son las decisiones a adoptar en cuanto a los riesgos y su gestión. Las tres decisiones que se pueden adoptar se pueden simplificar en no hacer nada, cobertura parcial y cobertura total.
• Informarse adecuadamente sobre las estrategias o acciones a tomar para la gestión de cada uno de los riesgos incluyendo el costo que tiene cada alternativa.
• Establecer una estrategia continuada de control y gestión del riesgo.
• Establecer la necesidad de revisar periódicamente la política de control de riesgos.
• Aprender y retroalimentarse de los sistemas de control de riesgos.
LA GESTIÓN DEL RIESGO DEL TIPO DE CAMBIO
Se estila distinguir dos mecanismos con los que afrontar la gestión del riesgo del tipo de cambio. La elección de uno u otro, o una combinación de ambos, dependerá de los flujos operativos de la empresa. Por esta razón es vital que el tesorero de la empresa conozca exactamente cómo son los flujos en divisa que tiene que gestionar.
I. Mecanismos internos de gestión de riesgo de tipo de cambio:
• Apertura de cuentas en moneda extranjera: Si la empresa tiene cobros y pagos constantes en ciertas divisas, el uso de estas cuentas minimiza el riesgo transaccional, al no ser necesario comprar y vender divisas para cada operación de cobro y pago. Su apertura es interesante para aquellas divisas de uso común en la gestión tesorera de la empresa, pero carece de sentido abrir cuentas en aquellas divisas que son «exóticas» en la gestión tesorera. Hay que tener en cuenta que el mantener cuentas abiertas con poca transaccionalidad tiene un coste y no sólo por las comisiones bancarias que puede acarrear, sino que hay otros muchos costes asociados como es el tiempo que hay que dedicar a su control y contabilización, apertura de la cuenta, cambio de poderes bancarios, descarga de cartolas de movimientos, etc.
• Financiación de la exportación en divisas: Al financiarnos en divisas se hace un neteo de la posición, pues en el momento de amortización y cancelación de la financiación, recibiremos el cobro equivalente del cliente extranjero.
• Leads and Lags: Consiste en adelantar y/o retrasar pagos y cobros, en la medida de lo posible, para hacerlos coincidir en el tiempo, de manera que se consigue una compensación total o parcial de los flujos de entrada y salida de divisas y así reducimos el importe de nuestra exposición.
• Compensación de saldos: Realizando pagos o cobros sólo por los importes netos con aquellos terceros que son a la vez deudores y acreedores de la empresa en divisa.
• Selección de la divisa de facturación: con la intención de hacerla coincidir con la divisa en la que tengamos obligaciones, para compensar la exposición o reducirla en lo posible. Por ejemplo, una empresa con muchos gastos y suministros en dólares puede implantar la política de, en lo posible, facturar a todos los clientes extranjeros en esa divisa.
• Financiación en divisa para compra de activos en el exterior: Si la empresa va a comprar activos en el exterior que generan flujos únicamente en esa divisa, una forma de cubrir el riesgo de esa operación es endeudarse en dicha divisa, de forma que la empresa tendrá un activo y un pasivo en la misma divisa. Los flujos generados por el activo servirán para ir repagando el préstamo solicitado.
II) Mecanismos externos o de mercado disponibles para la gestión y cobertura de riesgos de tipo de cambio:
La variedad de mecanismos es casi infinita. La constante innovación financiera hace que la construcción de derivados sintéticos, mediante la combinación de opciones y forward de diversas clases, sea enorme.
Tenemos que partir de la base que las entidades financieras, antes de la contratación de cualesquiera instrumentos de cobertura van a realizar un análisis de riesgo del cliente como sucede en cualquier otra operación financiera, ya que existe la posibilidad de incumplimiento. Las entidades financieras, por tanto, supeditarán la realización de las operaciones de derivados a la aprobación de ese riesgo y a la firma de un Contrato Marco de Operaciones Financieras.
Ambos derivados financieros ya han sido tratados en artículos anteriores.
Extractado: www.tecnicacontableyfinanciera.es
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