Fundamentos de investigación: actitudes y competencias
Una actitud es una disposición a actuar, que forma parte de nuestra manera de ser y que nos induce o impulsa a pensar de cierta manera. La actitud no es, en sí misma, el comportamiento, aunque con frecuencia se les confunde. Puede entenderse también como un paquete o contenedor personal de conocimientos, experiencias y emociones, rasgos de carácter, prejuicios, etc., que se van acumulando, relacionando y reforzando desde las edades más tempranas, hasta convertirse en una especie de resorte que define nuestros pensamientos, comportamientos o emociones.
Las actitudes son difíciles de cambiar por dos razones: (1) son arreglos que se refuerzan continuamente, están muy arraigadas en la personalidad; (2) se manifiestan, pero no son el comportamiento, es decir, cambiar nuestra conducta no significa que estemos cambiando actitudes.
Competencia es el resultado de saber y saber hacer, demostrable en los hechos. Ser competente en hacer algo significa no sólo decirlo, sino también demostrarlo; hay competencias específicas y otras no tanto. Son el resultados de una mezcla de conocimientos, prácticas, dedicación, ambiente y oportunidades. Cuando estos elementos son adecuados, resultan en una buena competencia. En ello también influyen las actitudes o predisposición.
La actitud más importante es la motivación, el deseo de hacer que las cosas sucedan, avanzar para lograr una meta. La curiosidad, para conocer lo que no se sabe, aceptar críticas, tener apertura para aprender y desaprender cuantas veces sea necesario; ayuda a desarrollar la capacidad de hacer preguntas y con ello observar, sentir disconformidad, arriesgarse a pensar fuera de la caja; el freno de la curiosidad es el temor, a experimentar, a las personas, implica un riesgo para saber. La humildad nos ayuda a reconocer los que sabemos y lo que no, mantener los pies en la tierra, reconocer los errores y no repetirlos, nada más adverso a la investigación que la arrogancia, la humildad propicia respecto y aprecio, otorga capacidad de discutir, flexibilidad para aceptar otras opiniones. La disciplina, es la predisposición a la constancia en el estudio, nos impulsa a ser ordenados, nos permite planificar bien, ordenar y sintetizar información; da sentido de orden, sentido de cancha, que significa reconocer un escenario rápidamente en el todo y sus partes, favorece al investigador que busca respuestas, permite ver el bosque sin perder de vista un árbol en particular.
Se debe saber colaborar, el conocimiento es siempre social, gusto y disciplina para trabajar en conjunto. Saber localizar , filtrar, seleccionar y ordenar información, conectarla y sintetizarla.
Otra competencia fundamental es saber informar, para redactar textos y exponer verbalmente el resultado del trabajo. La investigación no es sólo una búsqueda ordenada de información, sino también darla a conocer.
Podemos hacer investigación con un conocimiento elemental o amplio de estas competencias.
Finalmente, los valores, principios inculcados por la familia (responsabilidad, respeto), dan valor a cualquier competencia y actitud; las emociones también juegan un rol en nuestras competencias de investigación.
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