Ni Estado del Arte ni State of the Art
Con cierta frecuencia aparecen publicaciones en idioma Castellano en las que se usa el término "estado del arte", una mala traducción del original en idioma inglés "state of the art” y que fuera acuñado a comienzos del siglo XX en un manual sobre turbinas de gas: “in the present state of the art, this is all that can be done”. Hay dos problemas básicos con el uso de este término: uno es que corresponde a una traducción literal sin significado en idioma Castellano y otro es que el supuesto significado no es el que corresponde en idioma Inglés.
En Inglés el término state of the art tiene un significado bien claro y preciso, y cuando se quiso decir algo similar en nuestro idioma a alguien se le ocurrió traducir el término como estado del arte, la traducción literal palabra por palabra. State of the art, hace referencia al nivel más alto de desarrollo conseguido a la fecha sobre un proceso, equipo, o método en cualquier área de las ciencias, la ingeniería y las humanidades. Algunos autores usan "punta" o "lo más avanzado", como en estos ejemplos, "tecnología punta" o "tecnología de vanguardia". Pero si se revisa el origen del término, lo que el autor quiso poner en aquel manual de turbinas es “con el conocimiento actual, esto es todo lo que se puede hacer” o “con el actual grado de desarrollo, esto es todo lo que se puede hacer”. Sin embargo, estado del arte, usado como traducción de state of the art, y que es como comúnmente aparece en los escritos, no significa eso, sino que esa es la interpretación que hay que hacer para que tenga algún sentido en nuestro idioma Castellano.
En nuestro idioma, el uso de estado del arte constituye un error que se conoce como barbarismo, que según la Real Academia Española es una incorrección que consiste en pronunciar o escribir mal las palabras, o en emplear vocablos impropios. Aunque muchas veces los barbarismos acaban siendo aceptados ya que su uso se generaliza por personas cultas e incluso por escritores de renombre, lo recomendable es evitarlos. Esta mala traducción de state of the art se parece a la del cuento del ejecutivo agrandado que puso en la puerta de su oficina un aviso que decía "Entre nomás y tome asiento" y debajo una traducción literal hecha con un diccionario, palabra por palabra igual que state of the art. Puso: "Between not more and drink a chair", una frase sin sentido que ni siquiera se puede catalogar de barbarismo ni de aberración lingüística. En otro ámbito, un ejemplo clásico de cómo los barbarismos se van incorporado a nuestro idioma es el nombre Canal de la Mancha. En las obras de Voltaire y Víctor Hugo el canal se llama La Manche (la Manga), asunto lógico considerando la forma de manga del canal, largo y estrecho, y que fue la razón para darle el nombre de La Manche.
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