Poder de Mercado
El poder de mercado es una medida de la fortaleza de una empresa y se define como la capacidad que tiene para subir los precios por encima de sus costos marginales de manera rentable (Comisión Europea, 2002). En mercados altamente competitivos, la teoría económica enseña que los precios serán estrechamente cercanos a los costos subyacentes (aquellos que la empresa sabe que tendrá que pagar según lo presupuestado), beneficio que está asociado a la eficiencia asignativa y que va en directo beneficio del consumidor. Por el contrario, el poder de mercado provoca una pérdida de eficiencia y, por lo tanto, de bienestar: cuanto mayor sea el precio, mayor será la pérdida de bienestar causada por el poder de mercado. Por esta razón, se dice que el ejercicio del poder de mercado conduce a una pérdida de bienestar social.
El monopolio debe distinguirse del poder de mercado. Este último puede surgir no solo en mercados monopólicos, sino también en estructuras oligopólicas, en competencia monopolística, en mercados con firma dominante y, en general, en todas las situaciones en las que existan empresas que puedan elevar el precio de manera rentable por encima del nivel competitivo.
El concepto de poder de mercado es fundamental para el derecho de libre competencia, ya que se utiliza para determinar si existe o es probable que una conducta produzca una reducción sustancial de la competencia. Se usa en casos de libre competencia, en el examen de operaciones de concentración. La estimación empírica del poder de mercado es un desafío en sí mismo, pero típicamente implica el cálculo de las participaciones de mercado de las respectivas empresas.
La economía del poder de mercado: Una empresa tiene poder de mercado si considera rentable elevar el precio por encima del costo marginal. La capacidad de una empresa para aumentar el precio de manera rentable por encima del costo marginal depende de la medida en que los consumidores puedan sustituir el producto con otros competidores (Church & Ware, 2000). Por ejemplo, una empresa será monopolista porque no hay sustitutos cercanos para su producto, lo que significa que los consumidores no podrán buscar otras opciones cuando el precio suba por encima del costo marginal. En jerga económica, esto significa que las elasticidades precio cruzada de la demanda entre el producto del monopolista y otros productos son pequeñas (y viceversa). En definitiva, mientras mayor sea esta elasticidad, menor será el poder de mercado de una empresa. El índice de Lerner calcula este poder de mercado como una relación entre el margen de beneficios de una empresa y su precio:
donde ε es la elasticidad-precio de la demanda. El índice de Lerner aumenta con el margen cobrado por la empresa o, alternativamente, ante menores niveles de elasticidad ε : cuanto más elástica sea la demanda, mayor será ε y menor será la distorsión de precios (p−c) . Como ya hemos mencionado, esto se debe a que mayores ε implica que hay más opciones de sustituir el producto ofrecido ante aumentos en el precio. En competencia perfecta, tenemos que L es igual a 0.
Fuentes de poder de mercado: barreras de entrada: Ahora bien, el Índice de Lerner, por sí sólo, no nos dice por qué una empresa tiene precios por encima de sus costos, ni tampoco qué está detrás de los niveles de elasticidad de la demanda. En el análisis del poder de mercado debemos también analizar las denominadas barreras de entrada a un determinado negocio. Aparte de los competidores existentes, los participantes potenciales también pueden limitar la capacidad de una empresa para subir los precios. De hecho, la idea más importante de la teoría de los mercados contestables es que, si la entrada a un mercado es fácil, rápida y gratuita, una empresa no podría cobrar un margen elevado porque las grandes ganancias atraerían a los competidores a la industria (Viscusi et al., 2018). Finalmente, la capacidad de una empresa para ejercer poder de mercado a largo plazo dependerá de las barreras de entrada.
Medición del poder de mercado: La estimación empírica del poder de mercado no es sencilla; está la tentación de usar el índice de Lerner, pero -primero- los costos marginales no son un dato observable, hay que deducirlos, y -segundo- puede haber altos costos con poder de mercado; en efecto, uno podría encontrar que una empresa no es dominante porque tiene costos altos (y márgenes relativamente bajos), cuando esos costos altos son el resultado de su poder de mercado, no tiene que ser eficiente. Así las cosas, el método convencional aplicado consiste en estimar el poder de mercado de forma indirecta a través de índices de participación y concentración de mercado. En términos generales, la concentración de mercado es una característica indicativa del número de sus participantes y de la posición que logra cada uno de ellos debido a su nivel de participación. Bajo este marco, un número menor de empresas y más grandes conduce a un aumento de la concentración de vendedores. Las medidas más usadas son las siguientes:
(1) Razones de Concentración de k-empresas (Ck): Si ordenamos las empresas por participación de mercado en orden descendente, siendo la empresa 1 la más grande, la empresa 2 la segunda más grande, etc., la razón de concentración mide el producto acumulado de las mayores k empresas en relación con el producto total dentro de un mismo periodo:
El índice de concentración de cuatro empresas (C4) mide la participación en la industria representada por las cuatro empresas más grandes. De manera similar, se pueden calcular las medidas C3, C5, C8, etc.
(2) Índice Herfindahl-Hirshman (HHI): Consiste en la suma de los cuadrados de las participaciones de mercado de todas las empresas de la industria (N):
HHI varía entre un límite inferior de 0 y 1: cuanto más se acerca a 1, más concentrada está la industria. A diferencia de las razones de concentración, el HHI es sensible a la desigualdad en las cuotas de mercado de los participantes.
Relación entre poder de mercado y concentración: Mirado desde el modelo de oligopolio de Cournot, existiría una relación positiva entre el poder de mercado y la concentración: menor cantidad de competidores, mayor poder de mercado. Este resultado llevó a una de las interpretaciones más importantes del paradigma Estructura-Conducta-Resultado asociado a Joe S. Bain (1956) llamada la “hipótesis de colusión” que establece que, cuanto más concentrada está una industria, menos competitivas son las empresas y, por lo tanto, mayor es el margen precio-costo. Asimismo, se establece la coordinación entre empresas es más factible donde existen pocas empresas.
Sin embargo, la alta participación de mercado de una empresa no es suficiente para concluir dominancia en el mercado, especialmente si existen bajas barreras de entrada a nuevos competidores, entre ellas, las economías de escala. Esto es el sustento de la denominada teoría de la eficiencia (Harold Demsetz, 1973), donde la concentración no es la causa del poder de mercado sino la mayor eficiencia de ciertas empresas, vinculadas a economías de escala o mayor innovación. Algunas industrias tienen pocas empresas porque éstas son más eficientes y, por tanto, obtienen mayores beneficios como recompensa. La relación causal es entonces: mayor eficiencia productiva ⇒ empresas con mayor cuota de mercado ⇒ poder de mercado ⇒ ganancias positivas.
Lo que olvida esta última teoría es que, si es cierto que, por simple eficiencia asignativa, al final sólo quedan las mejores empresas en un mercado o industria, una consecuencia obligada será obtener poder de mercado, aun cuando no lo hayan planificado. Concentrados o no unos pocos participantes, les resultará rentable subir los precios por sobre sus costos marginales, que además no conocemos, porque han impuesto una alta barrera de entrada y porque necesariamente habrá una baja elasticidad precio cruzada de la demanda.
Referencias bibliográficas:
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